Dice la canción

Candombe para Olvidar de Ismael Serrano

album

La Llamada

5 de octubre de 2014

Significado de Candombe para Olvidar

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"Candombe para Olvidar" es una de las canciones más emblemáticas de Ismael Serrano, un cantautor español conocido por su estilo lírico poético y su capacidad para capturar emociones profundas. Este tema forma parte del álbum "La Llamada", lanzado en 2014. La canción refleja el característico enfoque de Serrano hacia el amor, la pérdida y la resiliencia, invitando a los oyentes a reflexionar sobre sus propias experiencias emocionales.

El significado de la letra es un viaje emocional que transita entre la melancolía y la esperanza. Desde el inicio, Serrano establece una conexión con el sufrimiento inherente a las despedidas y a los recuerdos que nos persiguen, como se menciona en las primeras líneas: "Quien siempre gana nada sabe de la vida". Aquí se insinúa que el verdadero conocimiento proviene no solo de las victorias, sino también de las derrotas vividas. Esto resuena con aquellos que han experimentado desamor; el dolor se convierte en un maestro invaluable.

A lo largo de la canción, hay un intercambio constante entre el anhelo por lo perdido y la posibilidad de sanación. Las imágenes evocadoras que emplea Serrano, como "las rosas olvidaron sus espinas" y "la princesa ha renunciado a su corona", son metáforas poderosas que sugieren un proceso de liberación emocional. Este proceso implica aceptar el dolor pero también buscar nuevos comienzos: “Todo final anuncia siempre otro principio”. Con este mensaje esperanzador, invita al oyente a abrirse al futuro y reconocer que vivir plenamente –a pesar del sufrimiento– puede ser una forma legítima de afrontamiento.

La reflexión sobre el desamor encuentra eco en otros pasajes donde resalta la idea de disfrazar las desilusiones: “Y si la encuentras disimula bien y evita”. Esta recomendación aporta un matiz irónico, ya que sugiere que aunque queremos olvidar lo pasado, nunca podemos escapar completamente del impacto emocional que deja. El uso del iceberg como símbolo hace referencia a lo oculto en nuestra psique; siempre hay más debajo de la superficie de nuestro dolor.

Uno de los aspectos más fascinantes es cómo Serrano logra combinar esta introspección personal con referencias al cotidiano. Habla del “cansancio” que puede ser tan abrumador como una ruptura amorosa: “Y la rutina duele más que el desamor”, destacando así cómo nuestras experiencias diarias pueden ser igualmente desgastantes y tristes. A través de versos como estos, Serrano muestra su maestría para transformar sentimientos universales en música accesible.

En cuanto a datos curiosos sobre "Candombe para Olvidar", muchos fans destacan cómo esta obra encapsula no solo sus luchas personales sino también momentos históricos relevantes para España. Durante su presentación en directo, suele provocar conmoción entre su audiencia debido a su sinceridad vulnerabilidad. La combinación del candombe –un ritmo afro-uruguayo– con letras cargadas emocionales da lugar a una experiencia musical rica y variada. Además, ha recibido elogios críticos por su habilidad para discutir temas sensibles con delicadeza sin perder potencia lírica.

En resumen, "Candombe para Olvidar" nos ofrece una profunda meditación sobre los ciclos del amor y el desamor. Ismael Serrano transforma su dolor personal en arte colectivo haciendo visibles las cicatrices emocionales que todos compartimos. Así queda demostrado cómo enfrentar nuestros miedos y permitirnos seguir adelante es fundamental para vivir plenamente aunque hayamos sufrido pérdidas significativas.

Interpretación del significado de la letra realizada con IA.

Quien siempre gana nada sabe de la vida,
Y el cansancio, duele más que el desamor
Trae recuerdos, como arenas movedizas
Y rencores que hacen perder la razón.

Así que arriba la mirada y la copa,
Ella se fue y sobreviviste al armisticio.
Perdieron filo los puñales de su boca
Todo final anuncia siempre otro principio.

Tu corazón, estado civil sufriente
Busca otra diosa de la noche que le ampare,
Un manual para hacer fuego en la intemperie,
De las canciones que se cantan los amantes.

Y si la encuentras disimula bien y evita,
Esa sonrisa del “no deje de amarte”.
Todo iceberg que escapa siempre a la deriva,
Cuando abandona los inviernos se deshace.

Y aunque olvidar es una forma de mentir,
Quizá esté bien abrir por fin cada ventana.
Si sufrir por desamor es el delito
Vivir dándolo todo, será la coartada.

Quien siempre gana nada sabe de la vida,
Pero esta noche nos dejamos de derrotas.
Hoy nuestras rosas olvidaron sus espinas,
Y la princesa ha renunciado a su corona.

Es verdad, que hay borrones indelebles.
Que el mar siempre hace retornar los cuerpos,
Que ella era tu refugio en los septiembres,
Y tu playa sin amarre ni sendero.

Pero hay siempre un viernes en cada isla,
Un asfalto en el que crecen las violetas.
Y hay palacios con tejados de uralita,
Que nos salvan igualmente en la tormenta.

Y aunque olvidar es una forma de mentir,
Quizá esté bien abrir por fin cada ventana.
Si sufrir por desamor es el delito
Vivir dándolo todo, será la coartada.

Quien siempre gana nada sabe de la vida,
Pero esta noche nos dejamos de derrotas.
Hoy nuestras rosas olvidaron sus espinas,
Y la princesa ha renunciado a su corona.

Y aunque olvidar es una forma de mentir,
Quizá esté bien abrir por fin cada ventana.
Si sufrir por desamor es el delito
Vivir dándolo todo, será la coartada.

Quien siempre gana nada sabe de la vida,
Pero esta noche nos dejamos de derrotas.
Hoy nuestras rosas olvidaron sus espinas,
Y la princesa ha renunciado a su corona.

Quien siempre gana nada sabe de la vida,
Y la rutina, duele más que el desamor.
Tus recuerdos son arenas movedizas,
Y hay adioses que hacen perder la razón.

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