Dice la canción

Oncemil de Abel Pintos

album

11

1 de octubre de 2016

Significado de Oncemil

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"Oncemil" es una emotiva canción del reconocido cantautor argentino Abel Pintos, que forma parte de su álbum "11", lanzado en 2016. En esta pieza, Pintos se sumerge en un universo íntimo de sentimientos complejos y reflexiones sobre el amor, el paso del tiempo y la lucha interna entre el ser y el parecer.

Desde los primeros versos, la letra establece un tono de vulnerabilidad al expresar la incomodidad que siente el narrador por herir a quien ama. Esta aparente contradicción entre la intención amorosa y el daño que puede causar es un reflejo claro de las dificultades en las relaciones humanas. La repetición de "no me gusta" presenta un deseo profundo de conexión, pero también indica una lucha dentro de sí mismo; esto sugiere que hay una dualidad presente: amar implica riesgos que pueden llevar a la tristeza o al arrepentimiento.

A lo largo de la canción, aparece un fuerte sentido de ausencia y desconexión, especialmente con líneas como "No me gusta sentirme ausente". Esta sensación puede interpretarse como una metáfora del amor no correspondido o de una relación en crisis, donde uno siente que, a pesar de estar físicamente presente, emocionalmente se siente distante. La frase "convertirme tan solo en un fantasma amante", evoca imágenes poderosas del desasosiego que acompaña a llevar una presencia sin autenticidad ni felicidad.

La ironía cobra vida cuando se menciona "vendiéndole el alma al diablo". Aquí Pintos parece señalar a aquellos compromisos vacíos que nos alejan realmente de lo que más valoramos: nuestra esencia y felicidad personal. La pregunta queda flotando: es mejor conformarse con apariencias para evitar heridas? Esto resuena especialmente en frases posteriores donde expresa sentirse “partido en once mil pedazos”, enfatizando un estado emocional fracturado que es difícil unir o comprender.

El uso poético del lenguaje también se hace evidente en descripciones visuales como “ahogándome en palabras mudas” o “con las manos duras de arañar la arena”, ya que ambos elementos evocan frustración y desesperanza. A medida que avanza la letra, pinta un paisaje emocional inquietante donde las palabras quedan atrapadas sin poder ser expresadas. Este tipo de simbolismo ayuda al oyente a conectarse con esas luchas internas universales relacionadas con el dolor y la soledad.

En su cierre, Abel Pintos introduce otra capa significativa al hablar sobre “la suma de las dos mitades” y cómo "la lágrima alimenta al río”. Aquí surgen destellos de esperanza; tal vez haya cura para las vanidades humanas e incluso espacio para redención. Sin embargo, este alivio se ve postergado por esa constante sensación descrita previamente –como si no doliera– lo cual refuerza nuevamente ese tira y afloja entre aceptar el dolor o seguir adelante.

Entre los datos curiosos sobre "Oncemil", destaca cómo esta canción resuena con sus seguidores no solo por su profundidad lírica sino también porque Abel Pintos ha logrado cultivarla dentro del corazón popular gracias a sus conmovedores arreglos musicales y su interpretación sincera. Este tema ha sido bien recibido tanto crítica como comercialmente desde su lanzamiento.

En resumen, "Oncemil" es mucho más que una simple balada pop; aborda temas profundos acerca del amor, la identidad personal y nuestras interacciones emocionales complejas. A través del arte poético musicalizado por Pintos, se ofrece una ventana hacia las luchas internas universales que todos enfrentamos: cómo amamos mientras tratamos honestamente con nuestros demonios personales.

Interpretación del significado de la letra realizada con IA.

No me gusta herir a quien amo
No me gusta traer el pasado aquí al presente
No me gusta sentirme ausente
Cuando tú vives a mi lado

No me gusta matar las horas
Sonreír si no soy feliz convertirme tan solo
En un fantasma amante de todos
Vendiéndole el alma al diablo

No me gusta vivir así, así...

Así como si no doliera
Así como si no estuviera
Ahogándome en palabras mudas
Con las manos duras de arañar la arena

Partido en once mil pedazos
Callándole la voz del alma a los dos
Asumiéndome un caso perdido

No me gusta herir a quien amo
No me gusta traer el pasado aquí al presente
No me gusta sentirme ausente
Cuando tú vives a mi lado

No me gusta matar las horas
Sonreír si no soy feliz convertirme tan solo
En un fantasma amante de todos
Vendiéndole el alma al diablo

No me gusta vivir así

Así como si no doliera
Así como si no estuviera
Ahogándome en palabras mudas
Con las manos duras de arañar la arena

Partido en once mil pedazos
Callándole la voz del alma a los dos
Asumiéndome un caso perdido

La suma de las dos mitades
La lágrima alimenta al río
La cura de las vanidades
La luz abriéndose camino
Para dar olvido a las soledades

Así como si no doliera
Así como si no estuviera

Partido en once mil pedazos
Callándole la voz del alma a los dos
Asumiéndome un caso perdido

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