"Siempre" es una de las canciones más emblemáticas de La Oreja de Van Gogh, incluida en su álbum "El Planeta Imaginario", lanzado en noviembre de 2016. La banda, originaria de España, ha sido reconocida por su estilo pop melódico y letras poéticas que suelen explorar temas del amor y la vida cotidiana. Este tema, como muchos otros del grupo, captura la esencia de las relaciones humanas con un enfoque emocional sincero.
La letra de "Siempre" evoca un sentimiento profundo de conexión y entrega hacia otra persona. Desde el inicio, se establece un tono íntimo donde se invita a experimentar la vida plenamente: “Dejar que el sol se acerque a ti” simboliza esa apertura al amor y a la vulnerabilidad. La imagen del "hotel" también puede interpretarse como un refugio temporal donde se viven instantes intensos que pueden ser efímeros. Este contraste entre lo fugaz y lo eterno sigue presente en los siguientes versos.
El estribillo refuerza este mensaje central: “Tú, sólo tú / No me importa nada más”. Aquí se establece una declaración clara sobre el valor del amor auténtico frente a las distracciones externas que plantea la vida moderna — tal vez una crítica sutil a cómo lo trivial puede desviar nuestra atención de lo realmente importante. A medida que avanza la canción, se aprecian referencias a momentos compartidos en la naturaleza, como correr descalzos junto al mar o contemplar atardeceres; estos elementos subrayan el deseo de disfrutar cada instante junto a esa persona especial.
La narrativa presenta también un crecimiento emocional. En líneas como “Mi patria es hoy tu corazón”, se refleja cómo el amor trasciende fronteras físicas y personales; ser parte del mundo emocional del otro es retratado como un acto profundamente significativo y transformador. Se muestra así que el amor no solo une; también redefine quienes somos.
Además del análisis lírico, hay aspectos interesantes sobre el proceso detrás de esta canción. La Oreja de Van Gogh ha sabido adaptarse con el tiempo manteniendo su esencia musical mientras incorporan nuevos sonidos y letras más maduras. "Siempre", aunque tiene una base romántica clásica, logra resaltar con su producción moderna sin perder aquella nostalgia característica en sus obras anteriores.
Esta pieza ha recibido elogios tanto por su melodía pegajosa como por sus letras emotivas, permitiendo así a los oyentes conectar con sus propias experiencias amorosas y reflexiones sobre el tiempo compartido y las decisiones vitales. A través de este tema se desmarca una perspectiva esperanzadora: aunque todo cambia constantemente y hay incertidumbre en el futuro (“Que mañana Dios dirá”), lo único verdaderamente seguro es ese momento presente compartido.
En conclusión, "Siempre" es mucho más que una simple balada pop; es una celebración intensa del amor cotidiano rodeada por imágenes evocadoras que nos recuerdan lo esencial: valorar esos instantes irrepetibles junto a quien realmente importa. La profundidad emocional combinada con melodías accesibles asegura que continúe resonando en los corazones de quienes lo escuchan mucho después de haberlo vivido.