Cesante por estanislaofidel completa de Quelentaro
Letra de Cesante por estanislaofidel completa
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No te asomes mi niño me mintieron, los que pasan marchando enlazados de hambre son cesantes y se comen los niños, y la palabra se quedo en mi oido tirante como un relincho.
En su vicioso andar mi trabajada vida me pribo del destino y quede yo marchando, y tal vez alguien cuando apunte la noche le dira a su chiquillo si no te duermes pronto voy a llamar al cesante, y el cesante soy yo quien se come los niños.
El bautismo maldito se me adentro en cuerpo, como hierro sin punta fuerte, doloroso, lento y se me subio al alma y me dejo un costuron obscuro, donde tube la frente, lo senti maldiciente. Cesante primo hermano carnal del hambre pariente lejano de la muerte, en cualquier tiempo rebentó violento el sonido que acompaña mis madrugadas andadas, duro nombre que se da al hombre que no trabaja por que no encuentra donde ocuparse, cesante linda palabra tiene un gusto a humillación, huele a pasto resollao y pesa como una carga.
Yo estoy conciente que el hombre es animal de costumbre, fruta que a golpe madura, pero el golpe del cesante en vez de haserlo madurar como que tira a pasmarlo.
Si se empiesa a comnprender la importancia que merece un quintal de harina en rama, el apetito se esconde para que alcansen los hijos.
Y caminando en la calle sin tener el norte fijo, se empieza apretar el tranco porque cree que lo miran y se llena de cansancio por cada puerta que niegan y uno se mira las manos y dan ganas de ahorcar de matarse y de matar,
Nosotros los sin trabajo sabemos reconosernos, nos ponimos mas atentos y miramos con espera que la mirada se alarga y hasta sonreimos menos, que el contento que llevamos entre los plieges del alma se va apagando, apagando.
Cuanta vida se que salgo cesante mañanero retinto de madrugadas con la garganta natre, en busca de una calle enemiga de larga esperando horas estiradas de noche, para volver de nuevo al origen desnudo de la desesperanza, buscar el abrigo sombrio del vino que enrrarese el alma, darle el grito a los hijos, salir a la calle al cantar de los gallos, en busca de un aviso, recibir negatibas mesquinas o no ser recibido, y yo que voy tranquilo me tiño de impotencia y me pongo agresivo y me devuelvo paltitante el estomago de coraje y de miedo, por la calle enemiga de larga, cesante, los zapatos calientes, con las manos vacias el mantel sin cariño la frente con su marca, darle el grito a los hijos y dormirse despierto palpitante el estomago y aturdirse en la carne que generosa, ausente nos entrega la hembra, mujer sobresaltada patrona de la casa y cambiamos el pan por dos cuerpos jadeantes que se matan amando, hay que amarse con odio que el hambre esta presente, mas que un beso un mordisco. Ya cantaron los gallos a la calle a la calle de nuevo en busca de otro aviso.
Lo que paresiera fácil se lo fue comiendo el tiempo, un dia con otro dia fueron dejandome triste y me colmaron de ausencias, Marchitos de los bolsillos se pone rebelde el hombre, se preña de sin sabores, se va distinta la tarde si se mira descansando despues de haber laborao. Que se entre el sol sin trabajo, brasos largos, pies hinchados y una brasa en las entrañas, para matar esa brasa e tomado de algún modo rastros de alimento ajeno, y segun yo pienso traigo ñinda mi conciensia que el pan no mancha las manos.
Mi caso no es por amaño que ande de desocupao soy de profeción variada y no me escondo de una pala y se de la humillacion de andar en eslabon de fila en busca de ocupación. Pero trabajo de apuro con apuro se terminan y la llegua que yo monte trae en el anca un cesante, en vano afirmo la rienda pal lao que la ladee el cesante bien ancao.
Y tiene que llegar el dia que me dejan sin salario y yo que no se llorar el corazon se me aflige y agarra un galope corto como que quiere sangrar y tengo que apartar la vista de los negros de mi vieja ella se muerde los labios y yo me largo a silbar mi silbido mata el hambre mata la envidia y la rabia, y asi me voy desojando, consuelo el alma silbando.
La sangre del cesante parese mas espesa, mas espesa y mas negra, y la mirada arisca comienza a suabisarse y amansada la mirada se empiesa a escapar la vida, y eso que vivir es simple porque hasta vive un gusano, vive el padre, vive el hijo, vive el espiritu santo, lo espinoso segun creo es vivir con cierta anchura y un resto de dignidad.
Por la grandicima virgen yo se que quiero a mi suelo el querer a mi terruneo lo traigo desde nacion, no sabria como explicarlo pero cuado veo el mero solito se me hincha el pecho y se me encima el estrellero, mi tierra no tiene culpa de esta herencia centenaria y asi cesante la quiero, sentirla como la siento no es cosa de dar razon, en vano voy madrugando, desde el tiempo de mi padre en busca de otros patrones, de que me sirven los brasos se secan si no trabajo, quieo sentir otra vez que mi negra compañera lave la ropa cantando y que parta un amasao sin regatear con mis cabros, desde el padre de mi padre que anda sangre madrugando, y hay un cesante en el alba, ya me voy acobardando un cesante madrugando,
Quiro sentir otera vez que mi negra compañera lave la ropa cantando y que parta un amasao sin regatear con mis cabros,
quiero sentir otra vez que mi negra compañera lave la ropa cantando y que parta un amasao sin regatear con mis
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